El pasado martes 5 de octubre se realizó la capacitación “Desarrollo de retos y soluciones para empresas industriales” en el ImpulsaLab, el primer Laboratorio de Innovación del sector industrial, donde 12 empresas industriales nacionales trabajaron en el desarrollo, sistematización y diseño de experimentos que permitan responder a sus retos y necesidades de manera innovadora.
Durante la formación “Desarrollo de retos y soluciones para empresas industriales”, el docente D.I. Emilio Oteiza, presentó diferentes conceptos vinculados a la innovación e incorporación de desafíos. De esta forma, guió a 12 empresas nacionales que durante ocho horas de capacitación trabajaron en delimitar el reto de innovación industrial utilizando herramientas para fomentar la innovación y finalmente realizar experimentos exploratorios.
Durante esta instancia de formación, el consultor expresó que para establecer el desafío de innovación es importante hacer asociaciones entre ideas, ya que la “creatividad consiste en combinar ideas existentes de una forma que no se había hecho antes, transformándose en ideas útiles y novedosas. La materia prima de la creatividad son las ideas que ya existen, simplemente hay un cambio de enfoque”. Asimismo, destacó que el intercambio con personas que no son del rubro permite tener otra perspectiva e incorporar un análisis externo diferente del que puede tener un colaborador de la empresa.
A su vez, el proceso creativo es el puntapié inicial del proceso de innovación, el cual tiene como característica principal encuadrar y preparar el reto, generar respuestas para continuar con la validación, y finalmente obtener el resultado final.
En cuanto a las características que debe tener el desafío, es importante encuadrarlo de forma que no sea muy abierto ni cerrado, así podremos trabajar con equilibrio y enfoque para estar lo suficientemente abiertos como para explorar y generar ideas.
Sobre el proceso de validación el docente comentó que “el reto de innovación se define analizando e investigando, pero principalmente conociendo y entendiendo la perspectiva del cliente. Si difiere de lo que yo creía, debo reformular el problema para que el cliente resulte beneficiado”. El cliente será quien decidirá si una idea es viable o no, por ello, el desafío de innovación se tendrá que adaptar a sus necesidades e intereses.
SCAMPER: una técnica de cambio de enfoque
Los participantes investigaron, recabaron datos y generaron ideas nuevas relacionadas con el desafío de innovación planteado, lo que sirvió de insumo para la construcción del mapa mental, que permite ver las diferentes ramificaciones del problema y que vayan en línea con la asociación de ideas.
Las ideas que surgen son interpeladas mediante el SCAMPER, la técnica de la creatividad, que permite interpelar la posible solución al reto desde distintos enfoques. Consta de una lista de preguntas que facilita generar conexiones e ideas. “Obliga a pensar diferente para hallar alternativas y soluciones. Ayuda en el proceso de innovación sistematización y seguimiento” comentó el consultor.
El siguiente paso fue idear, enfocándose en soluciones. Los participantes se cuestionaron sobre la solución que identificaron, ¿Cuál es la pregunta más crítica?, y de esa pregunta, ¿Cuál es la solución más económica? Para finalizar, realizaron una dinámica grupal en la que compartieron sus trabajos con el resto de los participantes.
Este proceso de innovación junto con la implementación de la técnica SCAMPER tuvo como objetivo obtener la innovación deseable, factible y viable, la que posteriormente se podrá utilizar para realizar experimentos exploratorios.